02 May Carta de «El Miura de Madrid» (Víctor Moratalla) a WIT

Hola amigos de WIT:

Aquí Víctor Moratalla, alias «El Miura de Madrid», alias «El mashupeador».

Ésta es la II carta que os escribo porque lo necesita mi corazón. Ésta es la II carta que os escribo porque necesito contarlo. Ésta es la II carta que os escribo porque siento que hay que sacarlo y reconocerlo.

Desde mi corazón, siento lo mismo que en estos años atrás: cariño, admiración, respeto, cordialidad, fascinación, amistad, con un agradecimiento y una estimación enormes, además de un entusiasmo fuera de lo normal. Me siento orgulloso estar al lado de aquellas personas (ya sabéis quiénes), que me dieron pequeñas claves para poder aplicarlas a mi vida y así poder sobrevivir en la etapa de mis últimos años críticos y duros. Siempre lo diré y estaré orgulloso de pertenecer a vuestras filas. Es más, no quiero abandonaros y no lo haré. Por ello, quiero confirmar que aseguro ya mi plaza para el año que viene y seguiré compitiendo en las «WIT Wars» llegando hasta donde sea, aprendiendo y superándome a mi mismo, incluso aportando nuevas ideas y experiencias tanto a mi vida personal como creativa y laboral. Con vosotros mi lema será siempre «leal hasta el final» .

Pero, en este último año, siento y pienso que nuestras visiones creativas han rozado entre nosotros un poco y necesito sacar algunos pensamientos y reflexiones que llevo dentro de mí, si se me permite, claro.

Yo vengo de un mundo en el que, ser creativo, imaginativo y original lo pagaba muchas veces de una forma cara, con burlas, trabajos que quisiera realizar en solitario porque NO me dejaran otra opción (alguno de estos reconozco que dejó con la boca abierta a todo el mundo), desconfianzas al proyecto por el miedo que había a la hora de llevarlo a la práctica, imponiendo mi opinión ante las demás aunque NO me gustara nada, impactando, vengándome sin querer y queriendo, malas, destructivas y críticas visiones de los demás hacia mi trabajo, jugar sólo imaginándome historias bélicas y de ciencia ficción, y, pocas veces, se recibía un ánimo, un halago, confianza y gente que apostara por ti. En mi caso, podría identificarme con el Don Quijote de la canción «Rocinante» de Asfalto («que cambió su lanza por un tractor», je, je, je).

Durante muchos años, con mis dificultades, peleé y luché con uñas y dientes (ya fuera a través de venganzas o no), pero siempre usando el corazón para encontrar el bien, y no fue nada fácil ganarse un hueco y una reputación dentro del mundo periodístico – artístico y creativo (ya sea en cine, música, teatro, …). También reconozco que no soy reconocido como alguno de nuestros artistas famosos. Pero, creo y pienso, desde mi perspectiva, que, poco a poco, empiezo a ser un poco aceptado por algunos de ellos y eso, a mí, me reconforta y me hace feliz.

*Apunte personal*: Entre estos famosos, estáis vosotros, a los que admiro por haber sacado un proyecto artístico y escuela de improvisación de la nada. Soy testigo y doy fe de ello, ya que os he seguido desde el origen hasta ahora (es decir, os he tenido en brazos como un recién nacido y os he visto crecer ante mis ojos, ja, ja, ja).  

Eso no quita que olvide mis raíces y de dónde vengo. Hay que ser humilde y saber que, paso a paso, se consiguen cambiar las cosas, aunque, a veces, se me olvide involuntariamente porque, alguna situación me haya recordado a mi oscuro y doloroso pasado de supervivencia. Si alguna vez he creado discordia, pido perdón porque NO era mi intención.

En estos últimos meses, reconozco que mi creatividad ha vuelto a chocar con gente a la que quiero y me siento un poco derruido, perdido y confuso por ello.

Siento y pienso que, si las «Wit Wars» se han hecho durante 9 años igual, deberían haber cambiado un poco las cosas. Cierto es que con el nuevo sistema de juego individual (que lleva ya 3 años funcionando), se ha dado más dinamismo (por parejas, estoy de acuerdo que se hacía un poco más largo y estático). Y, en eso, no creo que hayamos fallado, ya que se ha añadido más diversión, risas y fuerza. Ahí, como diríamos «hemos acertado a la primera» y, por ello, lo corroboro y lo defiendo «a pluma y espada» (como Lope de Vega).

Creo que el problema está en que nos hemos quedado estancados en fórmulas y formas de ver el show tan convencionales que, además de haberse convertido en señas de identidad, hacen que suene un poco como las radiofórmulas musicales españolas (ricas en variedad de estilos, repetitivas a tope en su programación). Siento que, al apalancarnos en ello, hemos perdido una capacidad enorme a la hora de poder ampliar nuestros universos contando historias que lleguen más allá de las estrellas y toda la galaxia conocida. Cierto es que cuando una fórmula funciona, se tiene miedo a cambiar, por si acaso se pierde la fuerza o la popularidad que se ha conseguido. Lo entiendo perfectamente, aunque no las tenga todas conmigo, dado a que siento, pienso y creo que hay mucha gente que, en su interior, pide un cambio, algo nuevo que les llene, aunque no sepan cómo poder expresarlo.

Pero, yo sostengo que, algunas veces, hay que tomar un nuevo rumbo y crear nuevas cosas, sin cerrarse en banda, venciendo al miedo y escuchando las ideas de los demás porque pueden tener buenas iniciativas que le den la vuelta a la tortilla y consigan que este invento vaya hacia adelante desde otras perspectivas. También, pueden tener la idea clásica de mantener lo de siempre, pero siento que eso es no dejar paso a nuevas ideas.

Este año, como digo, hemos tenido ciertos choques creativos y, en mi caso, me han sentado un poco amargos. Quizás porque he sido bastante entusiasta y no se haya entendido hacia dónde he encaminado mis pasos. Pues, lo aclaro aquí y ahora, los he llevado a que la filosofía de «WIT Wars» fuera más grande y llegara a explorar y conquistar otros terrenos intentando lograr que cada uno de los partidos contaran historias o se convirtieran en óperas que contaran una historia que, además de ser interpretada e improvisada, fuera cantada, ya sea a través de la voz de los artistas, los juegos y las canciones seleccionadas, además de haciendo diferentes modificaciones en alguna sintonía (que sé que esto sentó de la patada y lo siento también, aunque haga, de vez en cuando, alguna experimentación personal y en secreto que, según mi opinión, además de que no será usada porque me la quedaré para mí personalmente y las reglas son las que son, suena estupendamente bien y creo que podría dar una dimensión diferente).

Ya sé que eso no encaja y pedí perdón por ello. Pero, aún así, reconozco que cuando he sido técnico en la segunda y tercera vez, además de hacer de presentador por segunda vez, he seguido apostando por esta fórmula y creo que ha mostrado un formato interesante, haciendo que cada juego y votación tuviera su propia canción identificativa (incluyendo los avisos que se dan para lo del baño y que el show va a comenzar), que eso, creo, no se ha conseguido en ninguna edición de «WIT Wars». Es más, esto ha propulsado la idea de hacer que cada partido tuviera su propia identidad.

Sé que queréis un espectáculo más convencional y una selección musical más sencilla. Lo entiendo perfectamente, creedme. Pero, casualmente, me di cuenta, hace muchos años, que hacer cosas difíciles me salen mejor que las fáciles. ¿Será debido a que me gusta superarme a mí mismo?. Pues, puede que así sea y, por ello, no entienda lo sencillo y sí lo difícil. ¡Que cosas, ¿verdad?!

No obstante, este año he aprendido o he reflexionado que escuchar a los demás es la clave. Así que, en próximas ediciones, actuaré en base a las opiniones que los competidores, compañeros y profesores tengan. Ya sabéis el dicho: «donde hay patrón, no manda marinero».  La verdad es que yo soy de los que piensan que romper moldes y crecer es lo mejor que hay para avanzar y seguir explorando nuevas fórmulas, pero, NO organizo, NI dirijo. Así que, esto es lo que hay y hay que saber entenderlo, aunque me cueste un poco por mi carácter de superación, entusiasta y de apertura.

Aún así, abro la puerta para que también veáis que puede llevarse todo esto a un nivel mucho mayor. Y las preguntas que me hago son las siguientes: ¿9 años haciendo lo mismo?, ¿no os cansáis un poco de las mismas fórmulas?, ¿qué vamos a hacer cuando llegue el X Aniversario de esta competición?, ¿no queréis explorar nuevas propuestas que nos hagan crecer?. Sólo son preguntas, pero, tengo fe en que os pueden hacer pensar formas de recuperar y/o renovar el entusiasmo, la ilusión, la fuerza, el corazón y el espíritu del que esto nació.

Dije que este año iba a ser sincero y humilde. Esta es mi forma de ver las cosas.

No quiero, bajo ningún concepto, crearme enemigos con esto porque NUNCA ha sido así. Es más, quiero que seamos amigos toda la vida por todo lo que habéis representado y representáis igual. Si os perdiera en mi camino, no me lo perdonaría nunca. Quiero seguir siendo alumno de la escuela, seguir disfrutando, improvisando y aprendiendo con vosotros. Sólo abro esta ventana para opinar y decir, bajo mi visión y corazón, lo que siento y creo que, a lo mejor, somos muy distintos, pero, a la vez, creo que somos capaces de abrir nuevos horizontes, que hay esperanza para hacer que el campeonato crezca y se disfrute mucho más de lo que lo hacemos, de que saquemos todos nuestras fuerzas perdidas con el espíritu renovado y la recuperemos en nuevas visiones y proyectos. Todo esto podría conseguirse si escuchamos de verdad a nuestro verdadero corazón.

Como diría la canción «I am the Starlight»  de Andrew Lloyd Webber, del musical de «Starlight Express»:

«Solo tú tienes el poder dentro de ti.
Solo cree en ti mismo.
El mar se abrirá ante ti.
Detén la lluvia y cambia la marea.
Si solo usas el poder dentro de ti
no necesitas rogarle al mundo que te ayude.
Si recurres a lo que tienes dentro de ti,
en lo profundo de tu ser»

Bueno, no me quiero extender más.

Un abrazo y mucho ánimo a todos para lo que queda de competición, que es muy poco y hay que disfrutarlo al máximo.

Un abrazo muy fuerte a todos:

Víctor Moratalla («El miura de Madrid»).