02 Mar Necesito contaros esto, por favor.

Ayer, en el micro abierto de Alevosía, os hice dos canciones. Una fue «Dos capullos en acción» de Andy Changó, la cual pertenecía a la banda sonora de la película «La gran aventura de Mortadelo y Filemón» (la primera aventura en acción real para cine de estos dos famosos personajes de nuestros cómics creados por Francisco Ibáñez que fue dirigida y escrita por Javier Fesser). La otra, en cambio, fue «Main titles» de Jerry Goldsmith perteneciente a la banda sonora de la película «Star Trek VIII: Primer contacto». Y es a esta segunda a la que me voy a referir.

Necesito que antes la escuchéis, por favor. Aquí la tenéis:

También hay una versión más jazz realizada por Grady Nichols. Por si os apetece escucharla. A mi me parece maravillosa:

Además, hay una versión fantástica de la F.S.O. que suena así:

Pero, os voy a hablar de la original. La de Jerry Goldsmith.

¿Cuándo la descubrí? Pues fue ya hace muchas lunas. Finales de verano de 2001 (entre finales de Agosto y principios de Septiembre), hace ya 21 años (que se dice pronto). Estaba en mi casa de verano de Torrelodones, tenía 11 años ya y, bueno, el que a un chico de mi edad le gustara la música de todo tipo era un poco extraño. A su vez, con los años, me he ido considerando un adelantado a mi tiempo (algo que mucho agradezco en mi vida, aunque acarreó lo que acarreó y tuve que cargar con ello).

En aquel entonces, estaba en el estudio de la casa, jugando al ordenador (era el famoso videojuego «Star Wars: Rebellion») mientras veía una película en la televisión (justamente ésta a la que me refiero «Star Trek VIII: Primer Contacto»). Ese día, pretendía verla entera. Pero, NO pude. ¡ALGO ME LO IMPIDIÓ!. ¿Averiguáis qué fue?

Fue esto:

Los títulos de crédito con la misma pieza musical que anteriormente os he presentado.

Y ¿qué me pasó exactamente?. Que se lo pregunten a la música que fue la que me encandiló y la que me hizo repetir su melodía una y otra vez hasta 20 VECES LITERALES. Jamás en mi vida había repetido un tema musical tantas veces como fue éste del que os hablo dado a que noté en él que había humildad, magia, emoción. Simplemente percibí esperanza, cariño y amistad. Jamás sentí una emoción tan grande  desde el «De repente» de Soraya. Es más, cada vez que la escucho y me la repito ahora, tengo ganas de llorar. Es una de las pocas canciones que me hace llorar.

Con esta canción, siento que mis amigos, sea donde sea, os aparecéis ante mí y conseguís que tenga una conversación con vosotros en la que, la mayoría de veces, me emociono y acabo llorando.

Por ello, os la canté el martes. Porque quería regalaros un momento importante de mi vida. Ahora, cada vez que la cante, os volveré a sentir muy cerca de mí porque os quiero sentir cerca de mí.

Graciaas por acompañarme en este momento. Habéis cambiado mi vida y os doy las gracias de todo corazón.