23 Dic Una historia difícil de creer pero que está ahí.
Os aviso que la historia que vais a leer os va a costar leerlo y, además, creerlo. Pero, os lo estoy contando tal y como lo viví y, luego, vosotros me decís.
Pero, para que lo podáis comprender, tenemos que situarnos en el año 1987 (yo no había nacido todavía, pero es imprescindible conocer este contexto porque le encontraréis TODO su sentido). Según el periódico «El País», en este año 1987, justamente el miércoles 17 de Junio de 1987, publicaba ésto:
Hablaba sobre una concentración frente al Ayuntamiento de Madrid, la cuál fue convocada por la Asociación Altruista Aldeas Infantiles S.O.S., que hicieron muchos niños para cantar «Que canten los niños» de José Luís Perales para protestar por la marginación y los malos tratos a la infancia. A todos ellos, se les unió el mismísimo José Luís Perales cantándolo desde su Cuenca Natal, en directo, en Radio Nacional de España. Según se dice, asistieron a esa concentración 20.000 niños de toda España, entre los cuáles había 800 niños de Madrid.
Y, ahora, segurísimo os estaréis preguntando ¿qué hacen en la imagen de cabecera José Luís Perales con el escudo (aunque es el moderno) del Colegio Santa María del Camino compartiendo imagen?
Pues, si leéis en el artículo, mi antiguo colegio ( el Santa María del Camino) estuvo en aquel acto gracias a la Infanta Elena que, en el tiempo en el que impartía clases en el mismo, se involucró en el colegio.
Ahora, vamos a dar un salto en el tiempo al año 1997. Ahí si que entro YO en la historia. Un día, no me acuerdo cuándo fue, pero sí que me acuerdo que fue un martes, y que YO estaba en segundo de primaria, vinieron a nuestro colegio, al gimansio grande precisamente, unas personas extrañas a hacer una representación un poco rara en la que acabaron cantando «Que canten los niños». Cierto es que NO recuerdo ninguna cara. Pero, ahora que veo más la foto de nuestro gran artista mencionado, puedo decir que …, cuando cantaron la canción, de las 5 personas que aparecieron cantándola, el que estaba en el medio era…, EL MISMÍSIMO JOSÉ LUÍS PERALES.
Por ello, afirmo desde aquí (y NO estoy loco, además de tener TODO el sentido del mundo), que, 10 años después de esa manifestación del 87, José Luís Perales hiciera con Aldeas Infantiles una gira de agradecimiento por todos los colegios que le ayudaron a realizar este acto que se dió delante del ayuntamiento de Madrid.
Y, ahora, viene la historia que vagamente recuerdo pero que pasó más o menos así. Aquí, os lo voy a contar tal y como lo viví y luego juzgáis porque, SI FUE ASÍ, he tenido una suerte de campeonato que no me creo ni yo. ¡ALLÁ VA!:
Cuando terminó la representación, estábamos saliendo de la parte de las gradas en el gimnasio grande, pedí permiso para bajar al baño que estaba en la parte de abajo del mismo gimnasio (no os voy a decir a qué, dado a que eso no le importa a nadie). Además, aproveché, mientras iba, para observar a los actores, atrezzo, vestuario y decorados. Cuando terminé, volví a subir por las escaleras para salir al exterior (la salida del gimnasio estaba arriba) y, en la puerta que daba acceso a las gradas, estaba un profesor con la persona que, supuestamente era Perales (en aquel momento , me lo parecía) y, como me había gustado la forma en la que cantó, le dije «Hola» y me fui corriendo (era la hora de ir a la clase para recoger las cosas e irnos a casa). Pero, a los pocos segundos después de ese saludo mío, alguien de los dos, NO me acuerdo bien, dijo «Hola Víctor». En ese momento, me sorprendí y volví la mirada atrás mientras subía el último tramo de escalera. La voz no me era muy conocida y por un momento pensé que el Perales que vi en la representación me …, había saludado.
Pero, la duda quedará siempre en mi racuerdo. Aún así, si pudiera ser posible, puede que el mismo profesor le informara de mi nombre, mientras me oía correr por la escalera hacia arriba.
Sé que todo esto NO lo soñé. PERO, quiero creer que fue Perales quién me saludó.
Ahora, os dejo a vosotros juzgar y preguntarme. Yo os he contado lo que he vivido (tal y como lo viví). Y, NO, estoy majareta. Es un recuerdo que me lleva siguiendo TODA MI VIDA.
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