04 Abr Carta a WIT
Queridos WIT:
Aquí, en esta carta, sobran las presentaciones, ya que nos conocemos desde hace 10 largos años (2 como Nombre Provisional y 8 como WIT, si mi memoria no me falla).
Os he visto crecer como compañía ante mis ojos y, aunque no esté en vuestras clases como alumno, sí me considero parte de vuestra familia a la hora de contribuir a construir vuestro sueño. De alguna manera u otra se cumplen, 10 años de nuestra amistad porque, tal año como hoy, gracias a un buen amigo mío, os conocí allá por Malasaña – Maravillas, en La Tirana Malas Artes (que ya ni existe) y, desde entonces, no os he dejado de seguir.
En esta amistad que, a día de hoy, seguimos manteniendo, me han pasado con vosotros cosas muy interesantes: me he ido a casa riéndo y sonriéndo como nunca antes lo había hecho, he aprendido a explicarle a las personas ¿qué es improvisación teatral?, he intentado llevar vuestros juegos a mi familia (es decir, a que mis familiares los jugasen conmigo), os he cubierto radiofónicamente en mi radio (a través de programas y artículos, obviamente), he luchado para que os sacaran por la radio a nivel nacional (aunque me haya dado golpes contra la pared), me basé en las primeras «WIT WARS» para crear unos espectáculos míos, he participado en algunos juegos vuestros (ya sea en shows o en espectáculos a parte), he venido a las «WIT WARS» y espectáculos varios siempre que he podido, entre otras muchas cosas interesantes, las cuáles han creado esta amistad. Por ello, os doy las gracias de todo corazón, además de que os lleve en él todos los días de mi vida (desde que nos coonocimos).
Pero, lo más importante, fue que, en medio de una oscuridad personal mía, llegásteis vosotros y me salvasteis la vida.
Sé que os lo llevo diciendo mucho tiempo, además ya conocéis la historia. Pero, para mí es muy importante este hecho ya que, si no hubiérais aparecido para recordarme que una risa y una sonrisa son más potentes que la oscuridad, yo, ahora, NO estaría aquí, escribiéndoos esta carta que, para mí, es demasiado importante. Si no es por vosotros, «mi persona» hubiera estado en otro lugar del que NO podría volver.
Es duro tener que decirlo, pero lo voy a contar.
En aquella época, estaba agobiado por temas de la carrera (se me había atrancado 1 asignatura por la que estaba a punto de suspender y repetir curso), por el tema del acoso (en la radio de mi universidad, en el programa que estaba haciendo para el grupo multimedia de prácticas de mi universidad, se me tomaba por «el pito del sereno»), tenía la autoestima por los suelos (pero, menos mal que en la clase tenía buenos amigos y disimulaba mi felicidad efímera), veía el mundo de color negro, tenía, y sigo teniendo, problemas con amores (que estos casi me empujan «hacia el otro barrio»), impactaba a la gente (por defenderme del acoso y tener a la venganza por bandera) y, lo más curioso, es que reía y sonreía para fuera pero para dentro lloraba.
Llevar esta carga, acompañándola con otra que tenía acumulada de más atrás, hizo que muchas veces pensara en una cosa que no quiero ni nombrar.
Pero, cuando os descubrí, empezásteis a llenar ese vacío personal mío, poco a poco, a través de la risa.
Cuando llegó el 2014, estuve al borde de un colapso mental personal (nada de hospitales, pero SÍ bastante jodido personal y emocionalmente). Aún así, una de las noches os fui a ver a La Tirana y, ese día, cambió mi existencia para siempre. Empecé a formar parte de un invento que, poco a poco, se iría convirtiendo en una familia que va más allá de la compañía, la escuela y el teatro y, por ello, creo que familia es el término que mejor os define porque estáis juntos en las buenas, en las malas y en la regulares. Es más, creo, sinceramente, que desde que empezó WIT, me habéis hecho partícipe de esta familia de amigos que formáis y eso, en estos 10 años que llevamos conociéndonos, es tan importante que, para mí, es como si me ayudárais a tener una segunda oportunidad en mi vida.
Mientras escribo esta carta, se me saltan las lágrimas de la emoción porque, sé que desde el minuto cero que os conocí, puedo ver que sois amigos de verdad, con los que puedo contar siempre que se necesite y sé, también, ¿cuál es el mejor antídoto para aliviar las penas? que, sin duda alguna, sois vosotros (en mi vida, claro).
Para mí, formar parte de esto, ya sea de una forma u otra, es algo que NO voy a olvidar.
El mayor regalo que me habéis dado es ayudarme a ser YO mismo a través de todos vuestros juegos, recordarme quién soy con vuestro humor, y saber que os puedo llamar amigos de verdad. Por ello, os doy las gracias de todo corazón.
Gracias por estos 10 años de amistad y por los que vendrán, queridos amigos de WIT (Carla, Tomás, Jesús, Dani, Ana Cob, FJ, David, Javier «Fa», el Javi de Los Quebrados, Mantecón, Pura, Bruno, Jimmy, Ana y Sandra de las Meigacionistas, Loreto, , Maroto, Frankie + todos los alumnos a los que conozco poco, los que están a punto de llegar, los que han pasado por aquí y los que quedan por pasar).
En otras palabras, gracias por haber sido, ser y siempre ser un pilar importante en mi vida.
Brindo por estos 10 añazos de amistad, por esta familia importante de amigos que hemos formado, porque sigáis luchando por sacar vuestro sueño improvisado hacia adelante, y brindo sin duda por todos los buenos momentos que me habéis dado ya que los mismos me han hecho crecer personal y moralmente.
Por todo ello y mucho más, gracias por todo WIT.
Un abrazo grande de vuestro amigo:
Víctor Moratalla.
Danilac
Posted at 22:05h, 04 abrilQuerido Víctor: esta carta me ha hecho sentir muy humilde y orgulloso a la vez. Y la verdad es que no hemos hecho otra cosa que hacer el idiota en escena y reírnos de nosotros mismos y de todo a la vez. Y todo esto no tendría sentido sin la presencia del público es decir, tu presencia. Tan solo con tu historia ya merece la pena las horas de clase y entrenamientos. Sí ya lo hacíamos con gusto imagínate ahora. Sigue fuerte.
WIT
Posted at 22:10h, 04 abrilGracias, muchísimas gracias, Víctor. Por tus palabras de cariño y por ponernos en un, probablemente, inmerecido pedestal.
Precisamente por estos 10 años de amistad, nos vamos a permitir el lujo de hablarte con sinceridad para decirte que, si te has salvado de algo, has sido tú y nada más que tú mismo. No te quepa duda. Tú has superado tus rachas malas, tú has sabido afrontar los problemas. Tú te has desbloqueado y luchado y encontrado.
Nosotros somos coyunturales en este proceso. Eso sí, no podemos estar más de acuerdo en que la risa es la mejor medicina.
Gracias de nuevo por tu apoyo incondicional, tus incontables regalos, tu atención para con nosotros. Gracias por estar y seguir ahí.
Un fuerte abrazo y ¡que continúe el espectáculo!