23 Mar ¡ALERTA ROJA ARTÍSTICA! – Otro musical cerca de su masacre

¡Alerta roja!, ¡alerta roja!, ¡alerta roja!…, mejor escuchar el audio que dura. ni más, ni menos, 10 minutos, ¿vale?

¿Ya?, ¿podemos empezar? .

Este artículo estará compartido en las secciones de «Secretos» y «Actualidad», para que os enteréis bien de lo que pasa.

A raíz del «semimalrollo» que me supuso el desastre de «Fama – El musical»en teatro (aquí tenéis mi reseña: http://aiaemradio.com/2022/03/16/fama-el-musical-o-fama-el-musical/  ) , quiero alertaros de otro que está a punto de sufrir  el mismo destino que el nombrado.

¡SI! Nos estamos refiriendo a «Charlie y la fábrica de chocolate» que está basado en la obra de Roald Dahl  y que está a punto de estrenarse en Madrid en el Espacio Ibercaja Delicias. Aquí tenéis el cartel:

 

Para entender un poco la razón de ¿por qué este musical está en peligro?, es necesario contaros un poco la historia de su desarrollo.

Comenzó siendo una novela del escritor Roald Dahl publicada en 1964, cuyo argumento fue el siguiente:

«Willy Wonka, un introvertido chocolatero, convoca un concurso en el cuál si recibías una de los billetes de oro que estaban escondidos en sus chocolatinas, eras invitado a visitar su fábrica de chocolate. Charlie es uno de los agraciados y va a visitarla junto a su abuelo».

El resto ya es historia.  

 

Un dato curioso es que hubo una continuación titulada «Charlie y el ascensor de cristal», también escrita por Roald Dahl, que nunca se llegó a adaptar.

Como era de esperar, Hollywood no tardó en hacer una adaptación de la novela al cine. Así, llegó una película que se llamó «Un mundo de fantasía» (1971) que fue producida por David L. Wolper, dirigida por Mel Stuart, escrita por Roald Dahl (sí, el mismo autor de la novela se encargó del guión de esta película), y protagonizada por Gene Wilder. Además, ¡YA SE CONSTITUYÓ COMO MUSICAL! gracias a la música y a las letras de Walter Scharf, Leslie Bricusse y Anthony Newly. Allí, en Estados Unidos se tituló «Willy Wonka y la fábrica de chocolate». Aquí tenéis los dos carteles y la introducción de la misma a la que quiero que prestéis atención en su música:

 

 

 

¿Os suenan la música y las canciones? ¿A que sí os suena?. Además de constituir un patrimonio cultural muy rico para las obras musicales, ha habido parodias y referencias curiosas.

Parodias como la de Los Simpson, cuando cantan «Todo puede hacerlo un basurero» que es una parodia de «Todo puede hacerlo en hombre las golosinas».

Mirad:

• A partir del minuto 1:01 en adelante.

 

• Fijaros bien:

 

 

Clarísima referencia, ¿NO?. Pues preparaos para la canción «Pure imagination». Mantened las orejas bien abiertas:

 

 

Seguro que la conocéis, ¿a que sí?. Pues,…, ahora, respondedme a esta pregunta. ¿En qué anuncio de finales del año 2009 de qué empresa española de promoción y gestión de infraestructuras se usó este tema musical, aunque cantado por otra persona?. Escuchad y mirad:

 

Y, también, está esta canción:

 

¿Sorprendidos? Ahora ya sabéis por qué la película original fue un fenómeno dentro del cine y el musical.

Pues, la cosa, NO se quedó ahí porque, en 2005, Tim Burton estrenó su versión hablada y sin ser musical de «Charlie y la fábrica de chocolate» con Johnny Depp a la cabeza del reparto, Danny Elfman en la música original y con guión, esta vez, de John August. Os comparto el trailer y el cartel:

 

 

 

y, a su vez, en 2017, se adaptó a los dibujos animados a través de dos personajes tan entrañables como son «Tom y Jerry».  Mirad lo que tuvimos en este año:

 

 

Lo curioso es que la película original la han adaptado plano a plano a estos dibujos.

 

 

¿Curioso, no?

Además, algún que otro meme se usó con Gene Wilder vestido de Willy Wonka. Mirad:

 

 

Pues, después de saber toda la historia, decimos que este musical de teatro está en peligro.

Aunque, ya se estrenó en Londres y en Broadway, anteriormente, nos hemos enterado que contiene música y partitura original de Marc Shaiman (compositor de bandas sonoras como «Mary Poppins II: El regreso de Mary Poppins», Al filo de la noticia», «Cuando Harry encontró a Sally», «La Familia Addams I», «La Familia Addams II: La tradición continúa», «Team América: La policía del mundo», entre otras) y Scott Wittman.

Al principio, piensas que va a haber calidad. Pero, luego, escuchas la banda sonora en internet y, el problema es que, salvo el respeto de los personajes (como debe ser) y la aparición de las cuatro importantes canciones más importantes de la película de 1971 (a lo que aplaudimos porque ya es un verdadero logro),  nos ponen más canciones originales que no estaban en la película original que…, tal y como vemos, desvirtúa el éxito de la esencia musical.

Y, ese es el verdadero problema, que se recoge en esta frase: NO son capaces de adaptar LA ESENCIA ORIGINAL AL  MUSICAL TEATRAL Y TIENEN QUE CREAR MÁS CANCIONES PARA CONVERTIRLO EN MUSICAL. 

Si ya tienes algo consistente en lo que basarte, básate en eso y deja en paz TODO LO DEMÁS. O ¿queréis que vuestros hijos recuerden un musical de este calibre de la peor forma posible?. 

Como dato curioso, el caso de «Charlie y la fábrica de chocolate» se parece mucho al de «Anastasia» del cuál, algunas canciones de la película de animación de Don Bluth en la que se basa («Anastasia» – 1997), las respetan , la trama la adaptan a un poco y se cargan a Rasputín para hacerlo más creíble (aunque, eso no hace perder la trama conductora de la misma) y bueno, respetan mucho de la película de Don Bluth.

Pero…, así como hicieron bien con la música de «Billy Elliot», «Kinky Boots» y «Ghost: Más allá del amor» que son tres películas que NO SON MUSICALES ORIGINALES (de las cuales, dos de ellas se basaron en hechos reales, averiguad cuáles),  en el caso de «Charlie y la fábrica de chocolate», parten de una base más grande y consolidada desde hace tiempo (exactamente desde 1964 y 1971 ).

Si este panorama actual de musicales de teatro lo vieran Roald Dahl (autor de «Charlie y la Fábrica de chocolate») y Alan Parker (en lo que se refiere a «Fama»), NO sabría qué harían, aunque supongo que se irían, otra vez, derechitos a la tumba.

Así que, tengo dos mensajes: 

1º – A la hora de ver musicales, a los espectadores, profesores musicales y alumnos de teatro musical y canto, les digo que tengan cuidado y se enteren bien de lo que van a ver, ya que el panorama actual lo pide y lo exige a gritos. 

2º – A los productores, compositores, directores, y de más equipo técnico les digo, desde aquí, que dejen a las obras musicales en paz. Es decir, que las dejen de «J….» DE UNA VEZ. Estáis haciendo daño a muchos musicales y ojalá, por estas acciones, os vayáis todos derechitos a reflexionar sobre el mal hecho. 

En resumen, esta alarma artística es más que necesaria para entender lo que váis a ver al teatro. Ojalá, podáis hacerla caso porque os está ayudando a ver que se está haciendo todo de una manera incorrecta, sin conocer de dónde viene todo y fastidiándolo a su antojo.