01 Feb Algo que quiero compartir con vosotros

Hoy, deseo compartir una cosa muy importante para mí. Quiero contaros una historia.

Las películas de «El Álamo: La leyenda» (2004)  y «Un tipo genial («Local Hero») (1983) llegaron a mi vida en la temporada 2005 – 2006, en invierno la de «El Álamo» y en primavera la de «Un tipo genial», justo cuando estaba haciendo 4º de la E.S.O.  en el colegio (a mis 15 años, todavía). Esto suponía que íbamos a cambiar de centro de estudio porque sólo daban hasta 4º.

En aquel tiempo, empecé a dar con la tecla del éxito poco a poco. El triunfo más grande para mí fue un programa de radio que hice en el recreo del colegio siendo yo de la E.S.O. con alumnos de 4º de Primaria. Nos llamamos «No Somos Pavos» y lo hacíamos entre ellos y yo durante 15 minutos que se daban entre que ellos salían de comer y yo entraba a comer. Tuvimos tanto éxito que hicimos hasta un programa EN DIRECTO delante de la directora, algunos profesores, compañeros y amigos nuestros de los dos cuartos. Lo que hicimos con ello, creemos que potenció que, en el colegio, se dieran cursos de radio. Aunque, lo gracioso, es que lo hacíamos a viva voz, sin micros, ni medios, sin NADA DE NADA. NO fue un mal cierre de temporada, la verdad. Y, aunque parezca mentira, SÍ LO PASAMOS BIEN Y FUE MUY EMOTIVO ESTE MOMENTO.

Pero…, por aquel momento, ya estaba enamorado de «El Álamo: La leyenda» y «Un tipo genial («Local Hero»). Y, NO solo de sus películas (que también). Es más, os digo que, antes de ir al cole, alguna vez, me levantaba a verlas en DVD en la televisión de mi casa, incluso hasta desayunando algún fin de semana. Incluso, me sabía los diálogos y hasta alguna escena la reproducía mientras jugaba solo en el recreo antes de hacer el programa diario de «No Somos Pavos».

Pero, a su vez, estaba enamorado de de sus bandas sonoras. Una era de Carter Burwell y la otra de Mark Knopfler.

Y, aquí está lo interesante, las bandas sonoras llegaron en otro orden a mi vida.

La de «UTG» la conocía de antes porque, además de tener el disco «The best of Dire Straits and Mark Knopfler – Private investigations «, la había escuchado inconscientemente en la radio, justamente en Kiss FM en sus primeros tiempos. Lo malo es que no conseguí ponerle título en aquel tiempo (no había Shazam), hasta que llegó el CD a mis manos. Se titulaba «Going home» y sonaba así:

Sin duda alguna, a mí me parecía un temazo y me lo sigue pareciendo ahora, SIN DUDA. En otras palabras, es una obra maestra musical imprescindible en mi vida porque, con ella, soñaba muchas veces con que llegaba de un viaje lejano y/o de haber cumplido una misión militar y mis amigos estaban ahí para recibirme. O también sonaba en mi cabeza cuando me acordaba de mis amigos. Joe, me hacía llorar porque me identificaba mucho con las historias de mis primeros amores en esa etapa.

Y, después, más adelante, en verano, llegaron, las que para mí, son dos temas instrumentales importantes en mi vida de «EA: LL»: «Degüello de Crockett» y «The last night». Son dos piezas diferentes pero que les ocurre lo mismo tanto en el CD de la banda sonora como en la película: van en el mismo orden y salen una detrás de otra. Por ello, podrían unificarse en una pequeña «Suite».

Así suenan:

«Degüello de Crocket» – 1º Parte de la escena.

«Degüello de Crocket» – 2º Parte de la escena, aunque NO tengamos clip y se pueda escuchar un poco en el anterior video de las escenas de la película.

Estos temas me hacían sacar fuerzas de flaqueza y, sobre todo, con ellos me sentía David Crockett, sobre todo con la primera.

¿No me digáis que NO son una maravilla estas dos piezas? . No os digo nada, mirad la película y centraros en esta escena del «Degüello de Crockett» con las dos piezas porque son PURO CINE.

Aún así, NO vengo por el cine.

Vengo a deciros que, en mis últimos momentos de colegio, en  4º de E.S.O., estas canciones instrumentales llegaron a mí como soplos de aire fresco que hacían que cogiera fuerzas de donde no las tenía y que soñara con que podría llegar más allá de las estrellas. Además, estas composiciones de las que hablo, me hacían tener cariño a mis amigos: les echaba de menos, pensaba en ellos y les sentía más cerca de mí.

El martes, en el Micro Abierto de Alevosía que lleva Gardi, después de tocar y cantar instrumentalmente y a capella estas canciones, tuve un poco de sentimientos encontrados. De una pequeña tristeza y nerviosismo que tenía en el cuerpo pasé a ser feliz y recordar aquellos años. No voy a negar que me emocioné porque fue así y estuve a punto de llorar.

Es decir, en resumidas cuentas, que NO quiero perderos NUNCA, queridos amigos de jams. NO quiero perderos nunca. Y, si pasara, NO ME LO PERDONARÍA.

Por ello, os regalo las dos piezas que toqué ayer, os las dedico a vosotros, porque simbolizan, además de una parte importante de mi vida, la amistad que os tengo y que muchos de vosotros me tenéis a mí.

Para vosotros. Os la regalo con todo mi cariño y corazón. ¡Gracias por dejarme compartir este trozo de vida!